Llega Córdoba Ciudad
Diseño a la Siglo.

Todo acercamiento a una práctica proyectual, es una invitación a estudiar la relación de uno mismo con la disciplina. Trabajar con comitentes culturales es, en este sentido, una oportunidad fabulosa para poder explorar la propia sensibilidad y las competencias personales que se han construido a lo largo de la formación y de la experiencia de vida.
El workshop propone una invitación a explorar la propia subjetividad, a esbozar una hipótesis de definición de lo que uno es, para desde allí, entender que nuestra mirada está siempre atravesada por eso que nombramos cuando nos nombramos a nosotros mismos.

Tomando como eje las herramientas proyectuales y desde la sintaxis del afiche, nos acercaremos a cuestiones vinculadas con la enunciación personal, y la manera propia de dar forma a una pieza de formato afiche considerando los tres aspectos fundamentales del mismo: Imagen, tipografía y estructura.

* Cada participante deberá llevar material vinculado a su propia historia. Imágenes y textos que los representen y que en algún punto sientan que hablan de su propia identidad. Además, deberá proveerse de material gráfico para trabajar: papeles, cartulinas, marcadores, aerosol, cutters, pegamento, tintas, pinceles, crayones, marcadores, tizas, tijeras, etc.

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MANTO hace un intercambio de conocimientos entre la cultura andina y lo urbano, logrando un diseño sensible donde confluyen un mundo conceptual y proyectista urbano, con un mundo natural. Incorporándose al mercado con una propuesta que se relaciona con el arte y combina piezas únicas con colecciones urbanas. 

Durante la charla se expondrán los aspectos básicos que definen a MANTO como un proyecto textil autónomo, que ha sido capaz de sostenerse y crecer en el marco de la sustentabilidad y el comercio justo.

Se compartirán y analizarán las diferentes etapas del proceso creativo a las que es sometida la materia prima hasta obtener las prendas que luego se comercializan. La propuesta tiene la intención de generar un espacio de reflexión.

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Hoy la innovación es tendencia. Los gerentes sueñan con innovar. Las empresas aspiran a ser las más innovadoras. Los bonos de los funcionarios premian las acciones que innovan… ¿Ahora, qué es innovar? ¿La oficina de Google? ¿Una acción en youtube? ¿Snapchat? ¿Incluir una marca en Instagram? Bueno, también existen aplicaciones para medir nuestra huella de carbono. Innovar es más que tendencia, es “trendy” y creo que este es el principal problema.

Oscar Wilde decía que “la moda es lo único que pasa de moda”. No tendría que pasar de moda la idea de resolver problemas humanos con inteligencia, ingenio y quizás con tecnología. Muchos clientes empiezan a ver a la innovación como una manera de salir en la prensa, de ser reconocidos, ser famosos, ser “la última Coca Cola del desierto”. Por eso hay pedidos, no bajo la idea genuina de resolver problemas humanos a través del conocimiento, sino con la simple intención de ser el “Tinelli” del marketing.

Innovar por innovar tiene patas cortas. Además de la inspiración, necesitamos trabajo y un propósito humano que pueda interpelar a la gente.

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