Las posibilidades de acceso a la información conducen a la generación de nuevas formas de interacción que independizan las prácticas educativas de los contextos espaciales y temporales.
La educación se encuentra hoy con la necesidad de replantear y renovar sus formas de enseñanza y aprendizaje. Las neurociencias, como desarrollos científicos recientes, hacen un aporte innovador a la comprensión y práctica de los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Los desarrollos de la educación a futuro revestirán características innovadoras tendientes a favorecer la autogestión, la integración de la tecnología, la colaboración, la creatividad y las cualidades emprendedoras. El desafío, será que los jóvenes sean capaces de incorporar aprendizajes sociales para contribuir al desarrollo de la sociedad del siglo 21.