En el presente capítulo se establecen las consideraciones generales del modelo de evaluación adoptado por la Universidad Siglo 21. Se describen las actividades evaluativas que cada estudiante realizará para obtener la regularidad y/o aprobación de sus materias a lo largo de su cursado, como así también las distintas instancias evaluativas a lo largo de su trayecto como estudiante.
El Sistema de Evaluación utilizado por la Universidad se compone de múltiples instrumentos; tanto en las asignaturas como a lo largo de la carrera, evaluaciones de término y de proceso. Es por esto que su diseño adopta una composición caracterizada por diversidad de momentos, etapas e instrumentos variados que reaseguran procesos complejos. Debe observarse desde dos perspectivas: una mirada horizontal que analiza los componentes e instrumentos de evaluación propias de cada asignatura, y una mirada vertical que analiza los componentes y etapas de evaluación a lo largo de toda la carrera, ambas desde la perspectiva del Modelo de Aprendizaje por Competencias. En este sentido, el sistema de evaluación de los aprendizajes se contempla desde dos perspectivas, orientadas al Modelo Académico:
En primer lugar, en el marco de cada asignatura, el primer y segundo parcial y los exámenes finales permiten la medición de primer nivel respecto de los contenidos de cada materia programática adquiridos por el alumnado.
Estas evaluaciones de término se complementan en cada materia por las evaluaciones de proceso mediante la realización de trabajos prácticos en las que se trabajan transferencia y construcción de alternativas de solución a diversas problemáticas propias del ejercicio de cada disciplina.
En segundo lugar, y en el marco de las distintas etapas que contienen instancias de evaluación en la carrera, existen las materias de proceso y los Exámenes Finales Integradores Presenciales (EFIP I y II) y como instancias centrales de integración.
En estas el alumnado, resuelve problemas situados, desarrollan la argumentación escrita y oral e incluso incorporan en situaciones evaluativas la construcción con pares. De esta manera, a lo largo de su carrera, el alumnado es evaluado de manera integral teniendo en cuenta aspectos disciplinares, conceptuales, competencias institucionales, profesionales y específicas; garantizando así la calidad de los aprendizajes.